Arriesgar, Conectar, Convencer

Por mi trabajo actual, tengo muchas reuniones con personas totalmente desconocidas, a las cuales he llegado a través de un sutil punto de contacto. Aunque ello implica una tensión adicional, a la vez me reafirma en mi particular forma de abordar esas citas de trabajo: ser, simplemente o más bien, orgullosamente, yo misma.

Y es que antes de valorar una propuesta, las personas sopesamos subconscientemente si nos gustaría trabajar o no con la persona que nos habla de él. Difícilmente escogeremos en el orden inverso. Así pues, conectar con quien tenemos delante se convierte en esencial.

Conectar es conseguir traspasar una línea invisible que nos separa de la otra persona. Antes incluso de que empecemos a hablar, esa línea ya está ahí. Se dibuja con los prejuicios, que viven entre las sombras, y con las circunstancias del otro, que son muchas y variadas. De traspasar esa línea depende el éxito de nuestra comunicación, ya que el objetivo final es conseguir que la persona haga algo por ti, por tu proyecto o por la marca que representas.

Para conseguir conectar y finalmente convencer a tu interlocutor, es necesario arriesgar. Lo cual no es fácil y además conlleva consecuencias. Pero no nos queda otra.

Hoy vamos a ver unas cuantas recomendaciones sencillas para mejorar la eficacia de tu comunicación.

LA CONEXIÓN O ESE EQUILIBRIO INESTABLE…

  1. CONCRETA TU OBJETIVO

‘Solamente diciendo quiero ser feliz, no vas a serlo’

Un objetivo basado en una concepto demasiado amplio es difícil de concretar, seguir y alcanzar ‘completamente’. Ello no significa que no sea imprescindible ese objetivo, aunque algunos digan que la comunicación no se puede medir. Tiene que ser ambicioso pero alcanzable, y se debería poder cuantificar lo más posible. Si además lo partes en trocitos, podrás hacer lo más importante: ¡ir celebrando éxitos!

  1. ¿A QUIÉN QUIERES GUSTAR?

‘Queremos gustar, más en la juventud, y en especial al grupo al que anhelamos pertenecer’

Querer agradar a todos significará que nuestra propuesta suene a lo de siempre, y llegará deslucida y más bien insípida a la audiencia que queremos convencer de verdad. En tus discursos, en tu Comunicación, tienes que dirigirte a ellos, con el objetivo que se sientan especiales. Solo así llamarás su atención. Aunque ello suponga no agradar a otros.

  1. QUIERO MÁS

‘Menos es más, pero hacemos justamente lo contrario, no parar de hablar’

Antes de contar las excelencias de tu proyecto, ellos querrán conocer tu historia, cómo has llegado hasta allí. Y, para que tengan interés, antes tendrás que haber conseguido que suene el clic que significa que la audiencia de verdad te “ve”. ¡Por eso el inicio es tan importante! Piensa en algo impactante, pero recuerda que si te excedes, perderás a algunos por el camino.

  1. ¿EN QUÉ NOS PARECEMOS?

Podría perfectamente ser yo misma, pienso al oirle hablar. Y eso me hace prestarle más atención’

Como antes de comprarte el proyecto, tienen que valorarte a ti, deberás acercarte a ellos con historias en las que se puedan sentir identificados, con anécdotas que también les han sucedido a ellos o con ejemplos que hagan que quieran ayudar a alguien como tú. Conseguir generar esa empatía es usar tu parte emocional y tienes  que ser consciente de que te expones y te muestras tal cual.

  1. CÓMO TE VAN A RECORDAR

‘Si te marcharas hoy de aquí, ¿por qué crees que te iban a recordar?’

Hay imágenes en la vida, o eventos especiales, y unas pocas personas inolvidables, que no se te borrarán jamás, pero el resto de cosas pasan sin más, o tienen un periodo de vigencia limitado. Acaba pues, tu discurso, arriesgándote de nuevo: busca un momento tachan, un final de canción que le dé sentido a todo lo expuesto.

  1. Y NO TE OLVIDES DE PEDIR

‘No te marches sin más’

Después de los nervios, de los preparativos, de las decisiones y de todo lo invertido, no te olvides de lo más importante, aunque te cueste horrores: pedir lo que quieres a quien te escucha. Si no, harás imposible que continúe el relato, que pueda iniciarse una nueva historia, la que empezará justo a continuación.

MI EXPERIENCIA EN 3 LÍNEAS:

EL DESAFÍO

Arriesgarse en comunicación significa posicionarse, por lo que no todos te seguirán. Esa es una decisión que cuesta tomar.

EL LOGRO

Conseguir comunicar con juegos pero sin artificios, tal como soy.

EL APRENDIZAJE

A pesar de vivir en plena era digital y viajar a una velocidad de transformación de vértigo, lo esencial se mantiene inalterado.

 

Cristina Masachs

CEO Softlanding

 

Sin comentarios

PUBLICAR UN COMENTARIO