La realidad supera a la ficción

…A un lado del mundo, un niño juega a hacer trastadas en la cocina y se gana la reprimenda de su madre.  Al otro lado del mundo, casi en el mismo momento, otro niño vive un episodio semejante. Este simple hecho les va a marcar tanto, que en el futuro van a dedicar su intelecto a desarrollar un ingenioso aparato para que "a ningún otro niño le vuelvan a reñir por ello"… Aún no lo saben, pero este invento va a convertirse en una pieza icónica…
A un lado del mundo, años después, un inventor consigue gloria y fortuna. Al otro lado del mundo, otro inventor, casi contemporáneo, recibe premios y reconocimiento pero nada más, y es que a este último se le ha pasado por alto registrar la patente de este diseño magistral…
 

¿Es posible que un simple olvido hoy pueda llegar a influir tanto en el futuro?…

Lo que relato está inspirado en un hecho real que, aunque reciente, se había quedado escondido muy atrás en la memoria de los descendientes de aquel inventor. Ni siquiera fueron ellos, sino alguien muy cercano, quien me llamó para pedirme ayuda. ¿seríamos capaces de rescatar y poner en valor el legado del genio?…

Un proyecto con mucha magia y emoción nos aguardaba, así que no tardamos en decidirnos a emprender ese emocionante viaje…

Os contaré cuáles fueron las dificultades y oportunidadades que aparecieron al abrir la caja de los recuerdos pero sobre todo cómo conseguimos convertirlas en aliadas para poder hacer realidad aquel sueño…

1. El producto se seguía vendiendo masivamente, pero la mayoría de las propuestas eran copias más o menos alejadas del diseño original. El consumidor ni siquiera sabía que lo que compraba era falso. Lo peor no era esto, sino que en la mayoría de las copias se habían alterado tanto las medidas, que la magia del producto, que se debía a un diseño funcional único, se había desvanecido. Teníamos que volver a poner en circulación el diseño original y añadir una diferenciación sutil pero visible que permitiera al comprador confirmar que aquel era el original. Teníamos que incorporar algo exclusivo como el rojo para los zapatos Loboutin …

2. Durante estos años, debido a la venta tan residual del producto original, los artesanos que lo fabricaban habían casi desaparecido. Nunca pensamos que sería tan difícil poder volver a fabricar en nuestro país, y que los costes serían tan altos. Ese fue uno de nuestros principales cuellos de botella. ¡El precio de coste influía tan directamente en el precio final…! Dimos vueltas y vueltas, e incluso decidimos posponer el avance del proyecto hasta encontrar una alternativa viable. Aunque parezca contradictorio, eso nos hizo avanzar luego más rápidamente.

3. Mientras el proyecto era solamente una idea, no encontramos ninguna resistencia, pero cuando lo concretamos en un negocio, necesitamos más que palabras para convencer. El plan suponía volver a producir el producto, alojarlo en almacenes, comenzar la operativa de distribución y envío, gestionar los cobros y los pagos, invertir en publicidad, preparar a una red comercial…, ¡todo ello requería recursos y decisiones!. Necesitábamos argumentos, cifras, objetivos y credenciales, así que nos planteamos visitar a los principales distribuidores del mundo para confirmar con ellos las hipótesis que tan bien lucían en el excel…

4. El valor, el prestigio y reconocimiento aún tenía vigencia: a pesar del tiempo y el silencio, al contarles el proyecto, tanto sus contemporáneos como aquellos que habían sido sus discípulos, hoy figuras renombradas en sus disciplinas, se sumaron únanimemente a participar de forma altruista a poner en valor el legado de aquella admirada figura…

Así, después de unas cuantas sesiones, el pasado se fue quedando en los libros, y el presente se fue haciendo visible hasta tomar la forma de decisión: Go or no Go. A día de hoy sabemos cómo lanzar el proyecto basado en certezas y no solamente en ilusiones, y solo queda confirmar cuándo va a empezar a ser una realidad.

MI EXPERIENCIA EN 3 LINEAS:

EL DESAFÍO:

Vencer a la dispersión que nacía de una idea que era todo ilusión. Ésta llenaba presentaciones y notas, pero poco más. Necesitábamos convertirla en argumentos tangibles, decidir con posibilidades y no con probabilidades.

EL LOGRO:

Los problemas relevantes aparecieron mucho después de empezar el proyecto, no al inicio. El éxito fue hacerles frente a medida que fueron apareciendo y no antes. Si los hubiéramos atacado todos de golpe, nos hubieran engullido.

EL APRENDIZAJE:

Trabajar en equipo nos ayudó a ver distintos puntos de vista y a plantear soluciones imaginativas cuando los obstáculos nos acorralaban. Cuando al final despejamos la mayoría de las dudas, pudimos celebrarlo a lo grande.

 

Cristina Garcia-Masachs CEO Softlanding

Sin comentarios

PUBLICAR UN COMENTARIO